martes, 3 de febrero de 2009

Eternidad (huasteca potosina)

1. Ciudad Valles

El graznido mañanero de un nido de zanates delata que la ciudad quedó lejos. Pavimento encharcado, lodoso. Una ciudad a media selva, la huasteca y un aire frío en una mañana desolada. El eco del vendedor de periódicos, es domingo. Las luces de la terminal, luces sosegadas. Alumbran una madrugada húmeda.
El cielo es un nubarrón grisáceo en el que las puntas de las hojas de las palmeras apuntan su delgadez.

2. Cascada de micos


La brisa, renovada. Agua que cae, poema y rugido interminable. Pasa un águila, una elegante garza, cuello blanco y fino. Una bandada de loros volando al unísono, cincuenta vientres verdes. Dorsos, pincelazos de fulgores.
La renovación es esta agua. La renovación es esta brisa. Me sumerjo: es una caricia tibia, inesperada. Una cosquilla líquida en una gravedad alterna.

3. Organismos


El águila chasca. Los pececillos pellizcan. La mariposa, atisba. Las hojas caen. Las pesadas raíces de un árbol se sumen, sedientas. El sol: sólo ilumina a ratos.


4. Encontrar

la ecuación que me explique la cadencia. La fórmula que determine las secuencias de los ripios. La luz, viajó millones de kilómetros más que yo para llegar aquí. Es ahora el recubrimiento de mercurio de una ola que se repite, en el mismo sitio, una música que no se agota.
(La eternidad se insinúa en el desequilibrio de las sombras).


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